En Connecta han dejado a un lado la visión cliente, para centrarse en acciones push, retos por productos y exigencias de producción semanal de un producto concreto, algo que dista mucho de lo que nos han explicado en el Plan Estratégico.

A las llamadas a 3, donde alguien escucha y supervisa, le llaman invertir en formación, cuando la realidad es que la plantilla siente la presión, tensión y el control. Sería mejor que quien supervise predique con el ejemplo para que el alumnado escuche y aprenda.

Empezamos el año con un exceso de control de la producción, minuto y resultado, y aunque se ha ido corrigiendo en algunos centros, otros buscan la manera de controlar y presionar cada día, pero que no lo parezca.

En Connecta llevan años animando a la plantilla a solicitar plazas, si siguen por este camino, se encontrarán con fuga de talento.