Desde CCOO rechazamos frontalmente la desaparición de la Centralita Telefónica de CaixaBank. Una decisión no anunciada ni explicada, ejecutada en silencio, tras años de abandono:

• Sin recursos.
• Sin reposición de personal.
• Sin actualización de herramientas.
• Reduciendo sus tareas.

Hoy desaparece, no por falta de utilidad, sino por falta de voluntad.

Valoramos positivamente que las personas que trabajaban en la Centralita asuman nuevas funciones, posiblemente más enriquecedoras. Sin embargo, esto no justifica el cierre de un servicio que, durante años, fue un ejemplo real de inclusión laboral, para personas con discapacidad visual y baja cualificación. Su desaparición supone renunciar a un símbolo del compromiso social, y cierra esa puerta a futuras generaciones.

Este cierre culmina un proceso de externalización que comenzó hace años, cuando se empezaron a derivar funciones a un call center externo. Externalizar es precarizar:

• Peores condiciones laborales.
• Menor calidad del servicio.
• Atención deshumanizada.

Mientras se anuncian celebraciones como los 20 años del Voluntariado, desde CCOO le recordamos a la empresa lo que pactamos en 2020 (“Política Inclusiva de las Personas con Discapacidad”) al respecto:

“Se alentarán las oportunidades de empleo y promoción profesional de las personas con discapacidad, y se les apoyará para el mantenimiento del empleo y el retorno al mismo”