En el cuestionario que ha realizado CCOO a la Red Comercial y Connecta, más del 69% nos hemos sentido presionados. Son sensaciones y en muchas ocasiones difíciles de explicar, hasta el punto de percibir que quien me lo pide, sobrepasa la frontera del cumplimiento estricto de la normativa.
- 27,67% afirma que permanentemente.
- 41,35% en muchas ocasiones.
- Sólo el 9,43% afirma que nunca.
Estos datos confirman una vez más el diagnóstico que ya adelantábamos en nuestro comunicado sobre la presión comercial:.
Una cultura comercial insostenible
Muchos sentimos que la presión se canaliza a través de cargos intermedios, o responsables de segmentos y productos, centrados en las cifras de venta, sin atender al contexto ni la sostenibilidad de la relación con la clientela.
Las comparativas entre oficinas, zonas o territorios, sin tener en cuenta diferencias socio-económicas, el perfil de la clientela o su renta media, agravan el problema y generan una competición artificial y desmotivadora. En todas las fases de comercialización de productos y servicios prevalecen siempre los intereses y necesidades de la clientela sobre los nuestros propios, y esto es de aplicación a todas las personas que formamos parte de CaixaBank, sin excepción.

¿Cuándo se analiza el cumplimiento normativo de quienes exigen ventas?
CCOO exigimos medidas inmediatas:
- Una verdadera visión cliente, frente a la visión producto que aún domina la cultura corporativa.
- Adecuar el ritmo de exigencia comercial a niveles sostenibles y éticos.
- Retos y objetivos asumibles, que prioricen la calidad de servicio y siempre cumpliendo con las normas y procedimientos de la Entidad.
CCOO lo tiene claro: basta de presión comercial desmedida, queremos un modelo de negocio sostenible, ético y profesional.





