Todos los cambios que la empresa anunciaba a bombo y platillo para mejorar el clima laboral, la identificación con la entidad y el orgullo de pertenencia, más allá de lo estético y superficial se pueden resumir en una frase: “Machacar más a l@s emplead@s”.
La sensación, más bien la certeza, es que se planifica desde el desconocimiento de la realidad del día a día del negocio y la clientela (en eso no ha habido cambio de rumbo). En caso contrario no se entiende como se puede proponer como Sistemática Comercial el tener 4 citas diarias de 45 minutos, realizar entre 15 y 20 llamadas diarias y dejar 30 MINUTOS AL DIA PARA TAREAS ADMINISTRATIVAS, repetimos 30 MINUTOS…está claro que el papel lo aguanta todo menos la falta de sentido común de quienes han diseñado esta brillante sistemática de gestión de tiempo.
Pero esto no es todo, este esfuerzo comercial debe alinearse con el cumplimiento de las acciones comerciales. Sí, esas que iban a desaparecer con el nuevo modelo de retribución variable, aplicado unilateralmente y sin negociación con la representación laboral.
Como el emplead@ de banca es el único trabajador del mundo que sabe sorber y soplar al mismo tiempo, también la empresa nos recuerda lo que son las buenas prácticas comerciales:
- Realizar un análisis previo del cliente para asegurar la buena preparación de las llamadas (preparar con análisis entre 15 y 20 llamadas diarias)
- Preparar las 4 entrevistas 360º para personalizar la cita y anticipar oportunidades. Entrevistas de 45 minutos.
- Mantener actualizado mis clientes y revisarlo periódicamente
- Y…….tachán, “estar disponibles para lo que necesite el cliente y adaptarnos a sus necesidades”. Planificación rígida y adaptarnos a lo que necesite el cliente, sorber y soplar
No se cuantifica el tiempo que hay que dedicarle a los Teams convocados a diestro y siniestro, no aparece el tiempo que tengo que dedicar a prepararme y mantenerme actualizado de las distintas campañas y nuevos productos, no se mide el tiempo que tengo que dedicar a la formación (recordar que desde CCOO se ha propuesto que el tiempo de formación quede bloqueado en las agendas como tiempo efectivo de trabajo que es), etc.
Otro ejercicio de maquillaje en donde se anuncian cambios que, al final, empeoran las condiciones en las que hacemos nuestro trabajo.